domingo, 9 de diciembre de 2007

La cama

Colette llamaba a su cama balsa-cama. La cama de Whitman seguro era una vaina. Shakespeare le heredó a su esposa una cama. Mi cama es una buhardilla y desde ahí el mundo. La frontera indómita son los bordes de mi cama. Fuera de ella la escalera negra y roja. En la base, junto a todo lo caído, están las máscaras. En el último peldaño ascendente hay algo así como un corazón recostado. Recostado en la cama, con la cabeza en mi almohada llena de tornillos, leo y releo las instrucciones de Cortázar para subir una escalera. Pero esta escalera es distinta a la que él describió, es una escalera indómita. Cansado de no saber, me tomo el café con canela y desenvuelvo un chocolate de Elena. Afuera, los gatos pardos se reinventan en el jardín sin cerezos. Me adentro en el paisaje interior, paisaje nocturno después de la tormenta, y escucho la voz que dice la palabra: uno.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

órale!

Anónimo dijo...

Filón de Alejandría, en un libro titulado en su versión latina De vita contemplativa, describe así una cofradía llamada 'de los Terapeutas' que existía en su ciudad en el siglo I: "se les llama Terapeutas primero porque la medicina (iatrike) que profesan es superior a la que es corriente en nuestras ciudades -ésta no cura más que el cuerpo, pero la otra cura también el psiquismo...toman cuidado del Ser (Therapeuen to On) que es mejor que el Bien, más puro que el Uno, anterior a la mónada". La lectura no es tanto cuestión de medicina, como una forma de ocuparse del Ser (therapeia) mediante la palabra. J:Y: Leloup comenta: "Filón precisa bien: 'tomar cuidado del Ser' y no de 'mi' ser o 'su' ser(...) El Ser no es 'alguna cosa' sino un Espacio, una Apertura que hay que mantener libre (...). Tomar cuidado de esta libertad, no alienarla a nada ni nadie (ni siquiera a uno mismo)(...). Tomar cuidado en el hombre de lo que escapa al hombre" Y.M.A. Ouaknin:"el papel del terapeuta es tomar cuidado del ser, es decir, esencialmente, de la libertad y de la apertura que provoca un lenguaje en movimiento. El terapeuta debe así 'desanudar' no solamente los 'nudos del alma', que son una traba para la vida y la inteligencia creadora, sino también los 'nudos del lenguaje', de las palabras encerradas en la prisión de un sentido único".

La vida humana es consitutivamente una hermenéutica, una interpretación, una lectura entendida como juego creador con los signos con los que damos sentido al mundo y a nosotros mismos. Y el papel de la lectura es velar para que esos signos no se dejen absorber como una cosa en el mundo y en el hombre, sino que puedan abrir nuevas perspectivas del mundo y del hombre. Si la estructura del mundo se constituye a partir de la estructura del lenguaje y si nosotros no somos más que el sentido que nos damos a nosotros mismos y a lo que nos pasa, la lectura es un trabajo con y sobre el lenguaje, con y sobre el sentido, que conduce a la transformación de nuestra manera de ser en el mundo y, con ella, del mundo mismo.

LA EXPERIENCIA DE LA LECTURA. Jorge Larrosa.

Anónimo dijo...

Bueno, ya quítate el disfraz y escribe bien.