lunes, 10 de diciembre de 2007

Mí mismo por otro

De El libro vacío, mi biografía futura ya escrita, no autorizada pero bien recibida:

Cierto que yo también experimento a veces extrañas sensaciones de las que me da vergüenza hablar. Una, la más frecuente, es ésta: a pesar de que desde hace años soy el mismo y hago lo mismo, no sé por qué me siento ajeno a mí; como si accidentalmente hubiera yo caído dentro de mi cuerpo y de pronto me diera cuenta del sitio en que habito. (...) Entonces me hundo en mí mismo. Pero yo soy para mí como un pequeño sitio visitado anteriormente, conocido, repasado, caminado hasta la última fatiga. No obstante, es allí, es a mí mismo a donde llego siempre y me detengo para hablar.

******************

Acabo de conocer a una chica, estudiante de diseño, que me dijo "me gustaría platicar contigo uno de estos días, conozco gente tan vacía". Nos despedimos rápido, con la promesa de volvernos a ver pronto. Y me sigo muriendo de envidia. Me gustaría conocer a alguien "tan vacío" para que platicáramos toda la noche. Me gustaría poder gozar de ese placer tan corporal e inuscitado (ser "tan vacío" debe ser una delicia). Porque me siento tan lleno de esta cosa y no sé qué hacer con ella.

1 comentario:

Anónimo dijo...

para esto de vaciarse no hay mejor lugar que la piedra volada allâ en Divisadero k; ya lo verâs! probablemente maniana por la noche te estaremos cayendo en tu habitaciôn propia.

bisous!!!