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- Rafael Cessa
- Cada vez me cuesta más escribir. Cada vez más, lo que escribo toma la forma del comentario y el fragmento. Sin ninguna pretensión de querer corregir esta tendencia, sino más bien abandonándome en ella, me he propuesto escribir con frecuencia algunos comentarios a partir de mis lecturas. No sé qué utilidad puedan tener estas notas para sus posibles lectores. Para mí serán una forma de registrar lo que me pasa en la lectura, de mantenerme escribiendo y de compartir estas experiencias con los amigos.
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febrero
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1 comentario:
Ahhh! Esta película probablemente la vi cuando naciste. El fragmento, si mal no recuerdo, se refiere al Tercer Mundo.
Tengo muy presente la secuencia dedicada a la institución escolar:
En un salón de clases, no importa en qué escuela del mundo, los alumnos de edad adolescente se tiran papeles en medio del escándalo. El desorden resulta ser la actividad principal. La maestra y el director de la escuela se aprontan a callar a los estudiantes para proceder a la clase de sexualidad. El director saca de la pared una cama plegable en la que se dispone a tener sexo con la maestra para ilustrar el contenido programático.
Ocurre, como en todas las asignaturas, que la metodología es tradicional y, por tanto, aburrida. Mientras que los maestros jadean, los alumnos se distraen arrojándose papeles. Al terminar la clase la maestra encarga de tarea que los alumnos se masturben. Como es de esperar, los muchachos ponen cara de fastidio y protestan ante la actividad obligatoriamente rutinaria.
El cuento de Enrique Serna, "El orgasmógrafo", está escrito en el mismo tenor, solo que en contexto nacionalmente mexicano. Vale la pena leerlo.
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