martes, 5 de febrero de 2008

Pues sí, te decía...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me has hecho reír; seguramente le estabas comentando tus profundas reflexiones en torno a la lectura surgidas, por supuesto, del acto de escribir. Este,el acto de escritura, es un espacio de mayores complejidades, de distancias más amplias entre el sujeto que escribe y el texto que produce.

Paradójicamente, cuando el escritor lee, como un lector cualquiera, el texto que escribió y siente esa extraña sensación de ajenidad, de entrar casi en el delirio de creer que fue escrito por alguien que no es él, o que se escribió solo, entonces el texto es bueno porque ha alcanzado cierto grado de universalidad.

La buena escritura es eficaz medicina contra el egoísmo, indica que el escritor se abandonó a sí mismo en el maremagnum del lenguaje y logró insertar a otros, a tal grado que él mismo no se reconoce en su quehacer pensante,en su acto escritural concreto, se ve, se mira, se observa, como un trozo de mundo y no como el ser individual que come, duerme y a veces piensa.

Anónimo dijo...

Ayer pensé en el silencio... en el silencio horizontal, en el silencio de piedra; de piel contra piedra... de ojos vivos y lìquidos contra paredes sólidas y muertas.
Justo acabè por sentirme asó: como estatua solitaria, justo senti a la gente de pie frente a mì, detenida por mi imagen y por estos labios que ciertas tardes no puedo despegar el uno del otro del beso apasionado que le entregan a mis silencios... pues sì, te decía... es difícil de explicar, el silencio...

Tristana's leg dijo...

Me encuentro al borde de un vaso lleno del que hacía tiempo que no me atrevía a sorber. El agua parece en calma, pero no me fío: mucho tiempo hace que no doblego y ondulo sus pedazos de reflejos solares; muchísimo tiempo hace que no sumerjo mis oídos y mis brazos pesados por el cansancio; tampoco la cabeza, mientras deseo que la brisa de las corrientes marinas (¿pero no era un vaso?) sea algo más que un sueño. Me da un poco de miedo, porque debo estar -por ahora- sola-mente en tierra firme.
Espero continuar siendo anfibia.