lunes, 8 de octubre de 2007

Aristóteles y los fantasmas

Goethe dijo que el Epistolario de Spinoza es el libro más interesante que se podía leer en el mundo por su sinceridad y amor a los hombres. La filosofía de Spinoza, judio y siempre extrangero (y materialista...), no tiene otra finalidad que la de hacer al hombre libre, tanto como verdaderamente puede serlo. Hay una verdad independiente del pensamiento humano que es posible alcanzar por la sola razón y que es "fuente de alegría constante y suprema". Verdadero conocimiento, Verdad y Libertad son el principio y el fin de esa búsqueda profundamente ética (entendida ésta como forma de vida) y política. La correspondencia de Spinoza tiene un claro valor filosófico. Es el complemento ideal de su Ética: desarrolla, ampliamente y con ejemplos, temas de suma importancia, como el del mal. Hay un pasaje de la carta LVI a Hugo Boxel que no deja de soprenderme por su tono y contenido. Creo que nadie que conozca al menos un poco el tratamiento que la tradición filosfófica (casi todos los manuales y las "lecturas oficiales") ha dado a la filosofía de Spinoza dejará de notar la importancia de lo que se afirma y de lo que se niega:

No pesa mucho sobre mí la autoridad de Platón, Aristóteles y Sócrates. Me habría sorprendido si usted hubiese citado a Epicuro, a Demócrito, a Lucrecio o a alguno de los atomistas o defensores de los átomos; pues no ha de sorprendernos que aquellos que inventaron las cualidades ocultas, las especies intencionales, las formas sustanciales y otras mil necedades, hayan fraguado los espectros y fantasmas y hayan creido a las viejezuelas para menoscabar la autoridad de Demócrito, de cuya buena fama estaban tan envidiosos que quemaron todos los libros que él había publicado con tanto encomio. Si usted está dispuesto a prestar fe a éstos ¿qué motivos tiene para negar los milagros de la divina Virgen y de todos los santos, que han sido descritos por tantos celebérrimos filósofos, teólogos e historiadores que por cada cien de éstos apenas puedo citar un de aquéllos?

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