lunes, 15 de octubre de 2007

La vie en rose

Es parte de nuestra condición humana ser sujetos de la ausencia, adictos a la memoria y a la espera. Esperamos todo el tiempo: el café en la cafetería, el camión en la avenida, el final de la novela después de 150 páginas bien leidas. Hoy ha sido un día muy agradable y esperado. 40 minutos en la máquina para correr, 8 horas de trabajo, 6:21 minutos al teléfono. Me llamaron de Francia para saludar y saber cómo estaba. Es agradable que se acuerden de uno. Digamos que la llamada me ha hecho el día. Y ahora vengo al ciber y me encuentro algunos mensajes en el buzón. ¿Puede alguien pedir más? Sí, desde luego que puede. Me gustaría ir a cenar algo rico. Saludos hasta la bella francia.

No hay comentarios: