sábado, 24 de noviembre de 2007

Sortes

Ayer fue un día muy largo. Después del trabajo, al rededor de las 7 pm, salí a una fiesta con fedex y con fano y algunos amigos de él. Regresé a casa a las 5 de la mañana. Me levanté a las 8 para llegar a mis clases... Ahora estoy en Xico calléndome de sueño. Suenan las campanas que anuncian la entrada a la última misa del día. Quiero quedarme a dormir aquí, pero al parecer todo lugar para hospedaje es caro. Sebastián llegará en una hora y espero me rescate. De cualquier modo daré una vuelta por el centro y cenaré. El ambiente es fresco, aunque no demasiado. Se está bien con un sueter ligero. No hay neblina. La única neblina es la de la mente. Después de la batalla de los sortes uno queda agotado y herido.

Me tocó dirigir una actividad sobre lectura en la USBI. Después de hacer un breve recorrido por las diferentes salas y colecciones de la biblioteca nos sentamos un momento en el fondo de la sala de literatura. Había pensado realizar varias actividades pero por cuestión de tiempo sólo se pudo hacer una. Sortes. Cada quién formuló una pregunta, concreta y clara, y pasamos con los ojos vendados a través de algúnos pasillo de la sala. Libros, libros y libros; a ambos lados, arriba y abajo. Nos detuvimos en algún lugar del pasillo, movidos quizá por alguna sensación extraña, y buscamos a tientas algún libro que abrimos al azar en alguna página y buscamos en ella la respuesta a nuestra pregunta. En verdad fue algo increible lo que nos encontramos en cada libro. No creo que sea algo que se deba hacer muy seguido, sobre todo hay que tener cuidado con la pregunta que se formula. Transcribo a continuación mi pregunta y la respuesta que me fue dada:

¿Debo seguir esperándote?

-Ya lo sé.
-Si no tienes nada mejor que hacer en este momento, vente conmigo y le verás.
Diez minutos más tarde atravesaban juntos el parque.

Margaret Kennedy. Una noche en Cold Harboror.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Te dije que funcionaba y lo que màs me gustó de ti es que lo creíste en cuanto me escuchabas. Qué bueno saber que dieron resultado sobre tu práctica y sobre ti mismo, es una grande noticia además a buenas y precisas preguntas justo esa calidad de respuesta son con las que uno se encuentra.


besos.

Anónimo dijo...

Hay, pues, vivencias que no podrían ser expresadas por ningún gesto y que, sin embargo, ansían expresión. Por todo lo dicho sabes a cuáles me refiero y de qué clase son: la intelectualidad, la conceptualidad como vivencia sentimental, como realidad inmediata, como principio espontáneo de existencia; la concepción del mundo en su desnuda pureza, como acontecimiento anímico, como fuerza motora de la vida. La cuestión directamente formulada ¿qué es la vida, el hombre y el destino? Pero sólo como pregunta; pues la respuesta no aporta aquí ninguna solución, como la de la ciencia o, en alturas más puras,la de la filosofía, sino que es más bien, como en toda clase de poesía, símbolo y destino, y tragedia.

Cuando el hombre vive una cosa así, todo lo externo de él espera en rígida inmovilidad la decisión que aportará la lucha de las fuerzas invisibles, inaccesibles a los sentidos. Todo gesto con el que el hombre pudiera expresar algo de ello falsearía su vivencia si no subrayara irónicamente su propia insuficiencia y se aboliera así en seguida a sí mismo. Nada externo puede dar expresión a un hombre que vive una cosa así. ¿Cómo podría darle forma una poesía?

EL ALMA Y LAS FORMAS.TEORÍA
DE LA NOVELA. Georg Lukacs.

Rafael Cessa dijo...

Ayer fue noche luna llena.