sábado, 3 de noviembre de 2007

Xico

Yo no sé cómo, pero tengo que irme a vivir a Xico. Quizá podría ganarme la vida enseñando algo, pero tampoco se me ocurre que pueda ser. Uno no puede conocer e irse sin volver y tampoco puede volver sin quedarse. Me gustaría encontrar una habitación cerca de la frutería "El renacimiento II" y del parque de la pequeña estatua de Hidalgo. Un lugar cálido con vista a la callecita por donde el viejito pasaba con su caballo, y yo imaginaba que jugaba carreritas con el niño de la cuatrimoto. Nuevamente el recuerdo de una habitación soñada: blanca y casi vacía. Y ahora, además, desordenada como la vida misma. ¿Cuánto costaría vivir en Xico? ¿Quién iría a buscarme? Quizá nada, quizá ninguno. En un año o dos, quizás quizás.

2 comentarios:

Rafael Cessa dijo...

Para más información ir a elmundodesofia-b.blogspot.com y consultar "a dónde van"

Anónimo dijo...

Sólo el que busca refugio en el camino
y viaja con aquellos que lo siguen
logra descubrir las cuatro nobles verdades:

El sufrimiento,
la causa del sufrimiento,
el fin del sufrimiento
y el óctuple camino sagrado
que acaba con el sufrimiento.

Ëste es el verdadero refugio.
Sólo aquí está seguro:
ha trascendido el dolor y es libre.

Los iluminados son pocos y es difícil encontrarlos.
Bienaventurados los hogares
donde hay uno que despierta.

DHAMMAPADA.